En muchos casos en personal de enfermería se encuentra sobrepasado y con un volumen de trabajo bastante grande que le dificulta en muchos casos ver lo que realmente necesita el paciente, y con esto no hacemos referencia a medicamentos o a un lavado de una vía, sino más bien lo que necesita de nuestra relación con el, que aunque parezca una tontería, una buena comunicación enfermero-paciente ayuda en el proceso de curación, mejora la estancia hospitalaria del paciente e incluso mejora nuestra forma de trabajar.
Para tratar con el paciente debemos de realizar desde un principio hacer un trabajo de empatía, intentando entender su situación. intentaremos establecer una conexión enfermero-paciente sólida para que nos pueda trasmitir todos sus problemas sin miedo y así poder incluso prevenir situaciones que puedan comprometer su salud, como una situación de ansiedad. Debemos siempre intentar dirigirnos a él por su nombre y dirigirnos a él de usted, sin realizar ninguna clase de preguntas que pueda hacerlo sentir incómodo sin no son necesarias ni preguntar por su vida privada, y en el caso de ser necesarias siempre con el mayor tacto posible.
También juega un papel muy importante nuestra postura o nuestra forma de hablar cuando nos dirigimos a él, por lo que debemos de intentar proporcionar una postura de igual y cercana con él. A parte, debemos de preservar la intimidad del paciente, evitando realizar pruebas o cuidados donde se pueda sentir vulnerable con un gran volumen de gente, por lo que debemos cerrar la puerta de la habitación, mandar salir a los acompañantes salvo que el paciente muestre lo contrario y en caso de estar en una habitación compartida debemos de correr la cortina.
A continuación os dejamos un vídeo realizado por unos estudiantes de grado de enfermería de la Universidade de A Coruña, donde representan las dos versiones muy distintas pero representativas de la realización de cuidados y del trato que tenemos con el paciente.
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