La vía intravenosa es una de las vías de administración más utilizadas a nivel hospitalario al darse las condiciones necesarias para su administración, ya que se puede canalizar una vía venosa al paciente que recibira este tratamiento, ser pacientes que debido a su condición hospitalaria están vigilados las 24 horas en caso de efectos adversos y los cuidados que esta clase de canalizaciones precisan, las cuales no pueden ser delegadas en terceras personas.
La elección de esta vía como vía de medicación puede deberse a diversos factores:
- Su efecto sistémico
- Absorción inmediata
- Rapidez en aparecer los primeros efectos del fármaco
- Administración indolora o poco dolorosa
Debido a estas características de la vía de administración, se considera una de las vía en caso de emergencia, intentando que la canalización sea en vasos de gran calibre que faciliten la distribución del fármaco a nivel circulatorio.
Los fármacos que se suelen administrar por esta vía son muy variables al no reaccionar con la composición sanguínea, aunque en casos de perfusiones combinadas de medicamentos debemos de prestar atención si estes pueden reaccionar entre ellos y formar microcristales que causen tromboembolismos, o pérdida de la eficacia de los fármacos.
También debemos de tener en cuenta que este tipo de administración de medicamentos aumenta las reacciones del fármaco y potencia sus efectos, por lo que debemos de estar atentos a reacciones adversas a estos y controlar las constantes del paciente.
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