Un drenaje es un dispositivo o maniobra que facilita la salida al exterior de líquidos, exudados o gases acumulados en zonas del organismo por diferentes motivos.
Las sustancias pueden acumularse por diferentes motivos, como pueden ser traumatismos, abscesos o debido a una intervención quirúrgica para drenar el contenido residual.
Los objetivos de éste son:
Las sustancias pueden acumularse por diferentes motivos, como pueden ser traumatismos, abscesos o debido a una intervención quirúrgica para drenar el contenido residual.
Los objetivos de éste son:
- Retirar materiales extraños o perjudiciales.
- Actuar como soportes para favorecer la cicatrización y evitar estenosis.
- Prevenir la aparición de edemas y hematomas.
- Disminuir el dolor postoperatorio.
- Disminuir el riesgo de infección.
Según la zona de inserción:
- Drenaje de cavidades naturales: como las sondas nasogástrica o vesical.
- Drenaje de heridas o colecciones: que pueden ser colocados tras una cirugía o mediante una ecografía.
- Profiláctico: para evitar la formación de colecciones sero-hemáticas.
- Curativo: evacuar colecciones ya formadas.
- Diagnóstico o terapéutico: para realizar irrigaciones.
- Simples, pasivos o isobáricos: actúan por diferencia de presiones.
- Hiperbáricos o activos: actúan por succión o aspiración.
- Mixtos: permiten ser usados por mecanismos activos y/o pasivos.
El personal de Enfermería debe realizar unos cuidados específicos en aquellos pacientes que tienen un drenaje:
- Vigilar todas las conexiones para verificar que no hay fugas de aire.
- Evitar acodamientos y obstrucciones en los tubos.
- Controlar a diario la cámara de recolección para registrar la cantidad y calidad de drenado.
- Realizar curas en la zona de inserción para evitar la infección de la piel
- Vigilar que el dispositivo colector esté siempre por debajo del punto de inserción del drenaje.
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