Uno de los materiales más utilizados por el personal de enfermería son los guantes.
Los guantes sirven como una berrera física de protección para el personal sanitario y para los pacientes, pero el uso de estos no va a sustituir la higiene de manos la cual es necesario realizar antes y después del uso de guantes.
Los objetivos del uso de guantes son por un lado reducir la probabilidad de que los microorganismos que están presentes en las manos del personal sanitario se transmitan a los pacientes así como evitar las infecciones cruzadas, esto es, que los microorganismos presentes en un paciente no pasen a otro a través de las manos del personal sanitario. Otro objetivo es prevenir la contaminación de las manos del personal sanitario cuando este se pone en contacto con la sangre, fluidos o secreciones del paciente.
De manera general hay 3 tipos de guantes: los estériles, que se usan en intervenciones quirúrgicas o en procedimientos que requieran técnicas estériles y cuya colocación requiere de una técnica especial tal y como se muestra en el vídeo; los no estériles que se utilizan en aquellas técnicas que no requieran esterilidad pero está presente el riesgo de contacto físico con secreciones, fluidos, piel, mucosas y materiales contaminados, y los de alta resistencia, que se usan para la preparación y manejo de medicamentos citotóxicos.
Para acabar existen una serie de técnicas en las que no se debe usar guantes. Estas técnicas son tomar la presión arterial, el puslo y la temperatura; poner inyecciones intradérmicas, subcutáneas e intramusculares; bañar, hacer la cama, vestir o transportar al paciente, cuidado de ojos y oídos así como cualquier maniobra que implique la ausencia de pérdida de sangre.
Los guantes sirven como una berrera física de protección para el personal sanitario y para los pacientes, pero el uso de estos no va a sustituir la higiene de manos la cual es necesario realizar antes y después del uso de guantes.
Los objetivos del uso de guantes son por un lado reducir la probabilidad de que los microorganismos que están presentes en las manos del personal sanitario se transmitan a los pacientes así como evitar las infecciones cruzadas, esto es, que los microorganismos presentes en un paciente no pasen a otro a través de las manos del personal sanitario. Otro objetivo es prevenir la contaminación de las manos del personal sanitario cuando este se pone en contacto con la sangre, fluidos o secreciones del paciente.
De manera general hay 3 tipos de guantes: los estériles, que se usan en intervenciones quirúrgicas o en procedimientos que requieran técnicas estériles y cuya colocación requiere de una técnica especial tal y como se muestra en el vídeo; los no estériles que se utilizan en aquellas técnicas que no requieran esterilidad pero está presente el riesgo de contacto físico con secreciones, fluidos, piel, mucosas y materiales contaminados, y los de alta resistencia, que se usan para la preparación y manejo de medicamentos citotóxicos.
Para acabar existen una serie de técnicas en las que no se debe usar guantes. Estas técnicas son tomar la presión arterial, el puslo y la temperatura; poner inyecciones intradérmicas, subcutáneas e intramusculares; bañar, hacer la cama, vestir o transportar al paciente, cuidado de ojos y oídos así como cualquier maniobra que implique la ausencia de pérdida de sangre.
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